3×3 Planes de manejo Iquitos

Hasta ahora, la única forma de aprovechar y comercializar los recursos del bosque, tanto los forestales como de flora y fauna de forma de manera legal es bajo planes de manejo, sin embargo luego del 10 años, son muy pocos los casos en que la población local (indígena y ribereña) han logrado completar con éxito todos los requerimientos exigidos por la autoridad para la elaboración de este documento de gestión.

Como consecuencia de esto, la legalidad es vista como algo distante para la mayor parte de la población, que por lo tanto prefiere operar informalmente, es decir, fuera de la ley y de cualquier posibilidad de ser regulados por el Estado, y de contribuir con la conservación de los bosques a partir de su aprovechamiento sostenible.

Javier Noriega. Jefe de la Reserva Nacional Pacaya Samiria, SERNANP, lo explica claramente “los planes de manejo son documentos complejos, muy técnicos porque tienen una parte de diagnóstico una parte de cuotas , evaluaciones, etc que sólo pueden hacer los profesionales, esto lo podría realizar un zoo criadero o algún empresario aquí en la ciudad de Iquitos pero una comunidad nativa o campesina que no cuenta con los recursos económicos suficientes no podría contratar un consultor”.

Sin embargo, los pueblos indígenas y campesinas de la Amazonía ya vienen realizando prácticas de manejo como parte de su uso cultural de su espacio, al respecto, Ana Rosa Sáenz, Coordinadora Regional del Instituto del Bien Común – IBC, comentó “Los pueblos indígenas siempre han tenido acuerdos para la convivencia entre ellos, y sobretodo en armonía con su medio estos acuerdos pocas veces son tomados en cuenta, pero en realidad se desprenden de un alto y valioso conocimiento que tienen ellos sobre el bosque y su dinámica ecosistémica”.

Y como consecuencia, una de las principales recomendaciones desde la sociedad civil y las autoridades de Loreto es que los acuerdos comunales sean reconocidos formalmente por la autoridad como documentos de gestión válidos.

Al respecto, vale la pena recordar que esto no es un pedido nuevo en el contexto forestal y que incluso ya se ha desarrollado en el contexto pesquero, cuando el el 2013, se promulga una ordenanza regional 002-2013 GOREL que reconoce los acuerdos de pesca como un instrumento de manejo de las pesquerías. De esta forma, la población pasa de ser vista como infractora de la ley, a ser un aliado en la conservación de los recursos naturales de los bosques a través de su aprovechamiento sostenible.

Finalmente, para Anna Montalván, Ingeniera forestal, de incorporarse este pedido en el reglamento de la nueva ley forestal, estaríamos caminando hacia un futuro prometedor, “yo si considero que esta es una oportunidad que esta demostrando una apertura del Estado a que la participación de las comunidades contribuya a la gestión del sector, y creo que eso es valioso”